"El estilo, como el agua, es mejor cuanto menos
sabe"
Esta frase
decoraba el techo de nuestro ático cuando mi amiga C. y yo vivíamos juntas. Y
me encanta. Y además es lo primero de la columna izquierda de este blog. Es
algo muy presente en mí.
Estos días
he pensado mucho en esta frase, en mi amiga, en los días que compartimos en
aquella casa, en las personas que nos acompañaron en aquellos momentos…, pero sobre todo he pensado en esta afirmación.
Y creo que
es aplicable a muchos ámbitos de la vida.
Siempre he pensado en ella relacionada con la moda. Con el estilo que llevo al
vestir… pero esta semana tumultuosa que he tenido de entrada en los 31, me he
acordado de ella con otro significado: el de las relaciones personales.
Cada uno
somos personas únicas, con nuestras cosas buenas y nuestras cosas menos buenas,
con nuestros días happy y días chof… cada uno de su madre y de su padre. Esto
hace que los vínculos que vamos creando con las personas que nos rodean e
interactúan con nosotros sean distintos, hay personas con quien encajas mejor,
con quien tienes más feeling, con quien te ríes más… y hay otros con las que
menos.
A mí me
gusta mantener las distancias un poco cuando conozco a alguien. No me siento
cómoda con esas personas que de entrada te tratan como a su mejor amiga, o como
si te conocieran de toda la vida… no sé, pero me crean desconfianza, yo
necesito tiempo. Por eso lo he relacionado con esta frase, porque creo que es
como el agua, mejor cuanto menos sabe. Prefiero esa confianza que se gana y se genera
poco a poco, sin darte cuenta, sin forzar nada… Y desde luego hay gente con la
que sale y gente con la que no.
No me gustan
las cosas forzadas, las cosas son o no son. A veces surgen y a veces no. La
gente que intenta imponerse en mi vida me acaba creando rechazo, termino por meterlas en ese archivador de gente tóxica, porque me agobia.
Odio las
cosas forzadas y poco naturales, porque creo que acaban siendo como meter una
camisa de poliéster 100% en mi armario… que no va… que a mí me gusta el
algodón, la lana, el lino… y las “cosas gustositas”. Las cosas artificiales…
mejor en otros lugares.
Creo que hay
que respetar los tiempos y espacios de cada uno, que no es mejor, ni peor, sino
lo que cada uno necesita. Yo me quedo con el agua, tan necesaria en nuestra
vida, mucho mejor la que menos sabe.
Hacía mucho
tiempo que no dejaba una reflexión por aquí… mañana o pasado volveremos al
contenido habitual ;)
¡¡Muchas
gracias por todas las visitas y los comentarios!!
Bonita frase, da que pensar.
ResponderEliminarXOXO
synonym4fashion.blogspot.com
pues yo esta frase no la conocia pero cuando la he leido solo me ha venido a la cabeza relacionarla con la moda, pero si es verdad lo que dices, que se puede aplicar a todo, porque todo en pequeñas dosis si, pero en grandes cantidades cansa
ResponderEliminarpor cierto, feliz entrada a los 31!!! ;)
un besito!!!
http://miventanafavorita.blogspot.com.es/
Hola!!
ResponderEliminarMe a encantado tu entrada y tu blog, me quedo por aquí para poder seguirte.
Te ánimo a pasarte por el mío y a seguirme si te gusta.
enatiam.blogspot.con.es
Un beso
Rocío me ha gustado mucho este post! Creo que es una buena reflexión de la "madurez"; jajajajaja, ai por dios que nos hacemos mayores!!!!
ResponderEliminaryo de un tiempo a aquí (y no por ser borde eh?!) cuando me encuentro con según qué personas en mi vida pienso: ¡a estas alturas no tengo necesidad de "hacer amigos"! en referencia a esas personas que terminan resultando tóxicas! nunca entenderé el "te quiero mucho" a los dos meses de vida de una relación ni los amiguismos que se hablan cada tres meses... en fin... que me pongo a reflexionar contigo y no paro, jajajaja!
me ha gustado mucho la similitud con el jersey de poliéster, di que sí, algodón 100% y si es natural mejor, ¡cómo la vida misma!
Besos rojos por doquier!!!